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Después de un año desde que probamos la Rossignol F550, una de las palas con las que la marca entraba pisando fuerte en el mercado, tenemos ante nosotros su nueva versión renovada, la Rossignol F550 Hard.
En primera instancia al sacarla a escena, me pareció prácticamente la misma pala estéticamente y de tacto, con lo cual ya de base supuse que sabía lo qué tenía y qué funcionaba. Así que la idea principal debía ser darle un par de toques a esta nueva pala de padel para especificarla un poco más.
Lo primero que hice, una vez había hecho el calentamiento pertinente, es probar si seguía siendo igual de potente por arriba, porque al pelotear ligeramente con ella me dio la sensación de pala más dura. Efectivamente el nuevo modelo es algo más duro, con lo cual para rematar en potencia es una pala excelente. Su salida al golpeo es brutal, más potente que la del año anterior, permitiendo golpear bolas incluso con un ligero desgaste, en condiciones de humedad, lluvia...etc. En este aspecto la mejora era clara.
El aspecto que menos ha cambiado, dependiendo una vez más de la técnica del propio jugador de pádel, dado que se trata de una pala con partes de brillo y partes mate, pero sin ningún tipo de rugosidad que potencie este aspecto.
Esto la convierte, viendo el anterior párrafo, en una pala de pádel más específica de jugadores pegadores y de juego agresivo y potente.
Es una pala dura, por lo que el tacto es bastante bueno. La bola no sale despedida defendiendo y tienes que darle un empujoncito más que con la anterior pala cuando distribuyes bola, o levantas globos. Esto implica un buen control sobre la bola pero nada espectacular, dado que al no ser una pala redonda, su perfil de golpeo ideal es reducido.
Aspecto que acabo de mencionar ahora mismo. No es una pala redonda y ni siquiera busca serlo. Su punto dulce se encuentra en la parte alta del círculo rojo, que tiene dibujado con la letra R de la marca. Esto es, en el centro hacia arriba.
Rossignol Fit Concept
Uno de los pilares de la fabricación de palas de la marca, el cual vuelvo a explicar:
Lo que buscan es algo similar a lo que les ha dado tanto éxito en otros deportes como los de invierno, y es valorar numéricamente todos los parámetros medibles, incluyendo potencia y control y añadiendo el componente de la inercia a la ecuación. Esto permite, si sale de forma exitosa, medir por fin mediante parámetros más concretos las palas, dándoles un valor numérico para aquellos usuarios que necesitan la especificidad
Digamos que la pala busca la adaptabilidad máxima a su jugador y a su entorno, como los esquís se adaptan a la superficie helada o de nieve virgen...etc. En esto se siguen llevando la palma, la sensación la he descrito en el apartado de potencia, y es que puedes jugar el mismo pádel indiferentemente de las condiciones del alrededor y de las bolas.
Englobo los tres apartados en el mismo, porque apenas noto variación en ninguno de los tres respecto al año pasado. Pala seria en negro con detalles rojos como el círculo central y el corazón, el cual sigue con su molde reverse arch, absorbiendo así todas las vibraciones posibles que una pala puede soportar en el impacto de la bola. Quizás un poco menos dado que es una pala ligeramente más dura.
Pros
Contras
Mi resumen es tal cual, pala más dura, más potente, mucho más específica de jugador de revés de lo que ya era. Le han dado un giro más hacia el perfil al que se dirigían desde el principio, con lo cual el objetivo que tenían es claro y lo están cumpliendo. Muy buena pala de pádel, pero con un mercado quizás, más limitado. Ya tengo ganas de que saquen la siguiente.